Jesucristo, el Hijo de Dios


«Os diré a quién se parece todo el que viene a mí y escucha mi palabra y la pone en práctica. Se parece a un hombre que al construir su casa cavó, profundizó y puso el cimiento sobre la roca; cuando luego vino la crecida y el río se precipitó contra la casa, no pudo derruirla porque estaba bien cimentada. Pero el que escucha mis palabras y no las pone en práctica se parece al que construyó una casa sobre la arena, sin cimiento; chocó el río contra ella, y rápidamente se cayó y se arruinó totalmente».

(Lucas 6, 47-49)